Tres deseos truncos
Foto internet: Pidiendo deseos y soplando velas de cumpleaños. |
Cuando nos enseñaron a cantar nuestro
‘Happy Birthday’ también nos inculcaron a pedir tres deseos antes de soplar nuestra
vela y al fin se parta la ansiosa y deseosa torta de cumpleaños. Bueno, en
algunos casos es solo un deseo, hasta con cerrada de ojos incluida.
Pues así hemos ido creciendo,
pidiendo deseos, y pidiendo a la gente cumpleañera que lo haga. Claro, los
secretos o deseos no se dicen sino…’no se cumplen’. Al menos así dice la vieja
y gloriosa tradición. Recuerdo que de pequeño tenía
tres deseos, que en ese entonces los consideraba importantes y casi
alucinantes.
Al menos todos los deseos pensados e inspirados frente a mis tortas
de cumpleaños se habían cumplido; pero yo tendría tres deseos que eran más que
unas simples ideales. Eran mi inspiración, recuerdo.
Uno de ellos era tratar de que
todos los seres humanos se vuelvan católicos, literalmente ‘todos’, pero
después me di cuenta que era imposible que todos los seres humanos del planeta
tierra se conviertan al cristianismo. Este deseo empezó a truncarse cuando veía
en las noticias que en Oriente Medio todos los radicales extremistas mataban
por juego y por odio a los cristianos. Finalmente dije: “sueño y deseo ido, muerto
y sepultado”.
Luego tenía un deseo que humanamente
pudo ser real, pero era algo costoso y complicado. Viajar a El Vaticano y
conocer personalmente al Papa Juan Pablo II. Sin dar muchas vueltas al tema, el
deseo y petición a la divina providencia quedó ‘enterrado’ con la muerte del ‘Papa
Charapa’ el 02 de abril de 2005.
El tercer sueño y deseo era que no existan niños pobres ni
que mueran de hambre y/o sed. Cosa que también lo vi muy complicado de
cumplirse ante tanta pobreza, o mejor dicho ante tanta escases de generosidad
en el ser humano.
No siempre se cumplen nuestros deseos. |
Pero créanme que ya he superado los sueños y deseos truncos,
sin embargo ahora he vuelto al ruedo de los tres deseos, aunque muchos amigos
me han dicho que mejor solo haga uno, pero no. Insistiremos en tres, los cuales
he pensado y meditado para que se cumplan sí o sí.
El primero es que lleguemos vivos al ‘matri’ el cura
celebrante, Laurita y yo. Y por supuesto, el mejor fotógrafo del Perú… ‘El
Andrecito Valle’.
El segundo deseo es que la selección peruana de fútbol no
vaya al próximo Mundial de Fútbol 2018 (este deseo creo que es el más seguro de
cumplirse).
Finalmente, mi tercer deseo es ser, algún lejano día, congresista,
porque estando en el parlamento tendría más tiempo para escribir en mi blog las
amenas sesiones de nuestro querido y corrupto Congreso de la República del Perú, lugar donde trabajé hace más de un par de años.