“Milagro de la Virgen de Lourdes al niño asmático”

Estampa original Virgen de Lourdes
Estampa original  de la Virgen de Lourdes - data de 1976
Corría el verano del año 1995, y estaba próximo a cumplir 10 años de edad. Desde que nací tenía asma, enfermedad que solo trajo molestias a mis padres y hermano al no dejarlos dormir durante largas noches de ronquidos asmáticos y mis llantos en algunos casos. He de mencionar que mis dos vecinos de a lado al día siguiente solo atinaban a decirle a mamá: “pobre tu hijito, lo escuchamos todas las noches”.

Mamá me llevaba a una doctora por la avenida Aviación, aún recuerdo su apellido ‘Prieto’. El tratamiento y las pastillas eran un presupuesto para la casa, y no siempre había remedios que aliviasen el asma ni mucho menos desaparecerlo.
Recuerdo que una vez en verdad me sentía que ya mis fuerzas no me daban y luchaba por no ahogarme, y solo le dije a mamá: “cuida  a mi hermano y  a mi papá”

Mamá siempre nos inculcó la religiosidad y las buenas costumbres, como persignarse, rezar antes de dormir, tener piedad a algún santo o alguna advocación. En verdad, yo nunca tuve piedad o fui hincha de algún santo o santa. Sin embargo, a través de los años, mamá guardaba miles de estampitas, pero una calló en mis manos y yo la conservé toda mi niñez. Era la Virgen María, estaba sobre una piedra y la estampa era re-viejita. Esa estampa me acompañó toda mi enfermedad de calvario y casi crucifixión.

No es de adivinos, pero mamá la pasaba remal, lloraba por mí, y cuando me pasaba mi ataque se iba al baño  a llorar sin contar que yo la espiaba tras la puerta, escucharla solo me hacía sentir muy mal. “mamá sufría por mi culpa, y eso no lo consideraba justo”. Cada vez que tenía esos ataques, diarios por decirlo, rezaba con piedad y entre llantos a la Virgencita en esa estampa vieja, que era del tamaño de una de nuestras manos. Todos los días besaba mi estampita con harta fe y devoción.

Esos 10 años fueron muy complicados en tema de salud; en mi familia no existía la palabra 'quaquer, chocolate, bebidas, bebidas heladas, menestras', entre otras cosas. Pues el médico había señalado que no podía comer eso, agregando la chocolatada helada. Si en caso mi padre hubiese traído alguna vez una de ellas, mi madre lo hubiese estampado en el techo de la casa, allá en La Molina.
Nuestra fe en casa, considero ahora, que era muy fuerte y valiente, pues los sábados íbamos a la Misa de Sanación que la presidía el Padre Manuel Rodríguez Rodríguez, en la parroquia San Miguel Arcángel, valga la redundancia en el distrito de San Miguel. Todos los sábados nos despertábamos a las 5 am. y tomábamos la 'JV' que pasaba por la avenida Constructores, directo hasta bajar en Hiraoka de la Av. La Marina, donde tomábamos unas moto-taxis para finalmente llegar a la iglesia.

El 11 de febrero de 1995, visitamos a mi tía Pilar, hermana de mi padre, quien vive en Magdalena, frente al mar. Todos mis primos estaban jugando carnavales y obviamente yo no, pero sí mi hermano. Yo solo estaba sentado al lado de la pista viendo a niños correr con globos tras las niñas. Me dedicaba a jugar canicas con piedras que encontraba en la tierra.

Mamá nos llamó a las 3:30 pm. para que pasemos a cambiarnos, pues  habíamos quedado en ir a la 'Misa de Sanación que era una vez al mes por las tardes; bueno, ese día lo era, empezaba a las 4 pm.
Y así fue, mamá por voluntad nuestra nos llevó a la Misa. Rezamos; yo como siempre pedía a Dios que no sufra mi madre todas las noches. Ya se imaginan, me cambiada cada noche como tres polos, nada podía estar húmedo, sino 'frito pescadito'. Cada dos horas mi madre se despertaba si en caso no se adelantaban mis ronquidos para que ella dé un brinco.

Cuando nos impusimos las manos en una parte de la ceremonia, mis brazos la despeinaron como licuadora; yo estaba tranquilo, mamá solo hacía silencio. Terminó la imposición y mi madre mi miró y yo solo le dije asustado: "mamá, ¿viste?".

Esa misma noche, papá cometió el peor error, llevó dos chocolatadas heladas a la casa para tomarlas y servirlas a todos, menos a mí; corrían las 11 pm. Ese día, luego de la Misa y de lo ocurrido, sentía que mamá me buscaba conversación, pero yo estaba algo nervioso. Sin embargo, sentía que respiraba, no se me había cerrado el pecho. Había rezado a esa estampita durante las 8 pm. y solo sentía una paz y veía un rostro de felicidad en esa viejita virgencita.

Lo que yo estaba pensando, mi madre me lo dijo: ¿No crees que la virgencita obró en ti? Y empecé a contarle a mamá que estaba sin síntomas y que estaba como nunca. Entonces mi madre pudo haber pecado en decir: “Tu papá nunca ha traído esas chocolatadas, a ver tómala, te veo distinto hijo”.
Esa noche tomé un litro de chocolatada helada, mi hermano saltó de alegría diciendo: "lo ha sanado, lo ha sanado"; y me bañó  a la una de la madrugada con manguera en la ducha, era agua helada que corría en mi cuerpo y nunca más volví a tener asma. Nunca más tuve una noche de asma. Esa enfermedad solo dejó una dura pero bonita historia qué contar, y a una madre desgastada de 10 años de malas noches. Toda una heroína mi madre.

La mañana siguiente tomé la estampita y le seguía rezando; mamá la vio y decidimos saber qué virgencita era, puesto que ella me había acompañado toda la enfermedad, y yo rezándole sin parar.

Entonces...era la ‘Virgen de Lourdes’, y su día había sido el 11 de febrero, día de la sanación y último día que tuve asma en mi historia. Meses después di testimonio en el canal TeleJuan 19. Algunos de mis familiares creyeron, otros decían que hay que esperar más años para ver si se había ido el asma; hasta ahora siguen esperando y ya muchos hasta yacen en sus tumbas.

Hoy a 19 años de ese histórico y conmemorable día, queda agradecer nuevamente y pedir por todas aquellas personas que tienen alguna enfermedad en el alma o en el cuerpo, pero en especial pido por todos aquellos asmáticos, para que la Virgen de Lourdes los visite.


La imagen de este escrito es la mismísima estampa que me acompañó en esos 10 años de calvario, y que estoy seguro me seguirá acompañando hasta el final de mis días. La guardo con mucha devoción bajo candado.

Comentarios

  1. Todos los días entro a este blog, para evr qué novedades. No me queda otra cosa que decirte que tienes una llegada en tus escriturtas muy buena!! Sigue esribiendo por fa, para entretenernosssssssss

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