Mentiras piadosas
Las mentiras piadosas son muy conocidas desde el tiempo de los abuelos y son muy usadas en nuestra sociedad y en todas las del mundo. Hay varias verdades absolutas, sí, verdades absolutas, sin duda muchos me dirán que nada es absoluto, pero bueno yo creo que algunas cosas son absolutas como estas: todos hemos mentido alguna vez en nuestra vida y todos hemos deseado a la mujer de nuestro prójimo. Las mentiras piadosas son supuestamente leves y sirven para salir de algún apuro sin hacer daño, repito “supuestamente”; en verdad las mentiras piadosas son las pequeñas gradas de la escalera para llegar a la mentira. Las mentiras piadosas no existen, las cosas son verdad o no las son, la verdad es una, si mientes en algo pequeño o en algo grande, igual mientes e igual eres un mentiroso. Un niño le dice al que renta su casa que su papá no está, cuando en verdad está escondido debajo de la cama sin un sol para pagar la renta y envía a su menor a que le diga al dueño que no se encuentra. Al regresar el niño le pregunta porqué se hace negar, y el padre le contestará en voz baja que es una mentira piadosa pero que no se acostumbre a mentir. Las mentiras lo único que hacen es empeorar las cosas, como también reconozco que nos salvan de buenas. Como cuando estoy con mi bebe, y pasa una chica muy linda y me dice: ¡qué lindo su bebito! Yo le digo que es mi hermanito menor, entonces la chica se queda y conversamos, pero antes que mi bebe balbucee la palabra pa-pi, yo le digo que me quiere como un papá porque lo engrío mucho. Después de que se vaya la chica y obtener su número de celular voy a la tienda, le compro un chocolate a mi lindo bebé y le digo en su orejita: fue una mentira piadosa, ¿ya hijito? Si hubiese una tarea como esta que les dejaré nadie la podría resolver: ¿quién diablos nos enseñó a mentir y cuál fue nuestra primera mentira? No sabemos dónde fue ni cómo ni porqué. Solo sabemos que siempre seguiremos mintiendo, incluso así no queramos. Y no a todos los que mentimos nos crece la nariz como pinocho; bueno, en mi caso sí sucedió.
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